Este año la provincia de Huesca ha hecho un buen negocio con la lotería. Hablo de la provincia, en general -y no solo de los agraciados directamente con la suerte, a los que felicito efusivamente-, pues el premio va a suponer una alegría para nuestra economía y para intangibles tan importantes como el estado de ánimo y la confianza ante el futuro. Desde luego, no ha podido llegar en mejor momento.
La provincia recibe una inyección, solo con el “Gordo”, de 700 millones de euros (116.000 millones de las antiguas pesetas). Es decir, por sorpresa cae sobre nosotros una bendita lluvia de dinero tan caudalosa que supone nada menos que el 13 % del Producto Interior Bruto de toda la provincia en un año. Es un porcentaje de una magnitud altísima, teniendo en cuenta que hay estudios que señalan que en los últimos veinticinco años la provincia ganadora recibe en promedio un influjo de dinero equivalente al 3% del PIB (Politicians’ Luck of the Draw: Evidence from the Spanish Christmas Lottery, de Bagues y Esteve-Volart). En términos relativos, hay que tener en cuenta que en la provincia de Huesca el impacto es mayor debido a su tamaño, ya que representamos solo el 0,5 % del PIB español.
En cualquier caso, el impacto en términos agregados es extraordinario. En el informe citado se han analizado los diferentes efectos sobre la provincia ganadora utilizando datos del período 1986-2009. En consonancia con las predicciones de la teoría económica, se observa un aumento en el consumo de bienes duraderos (viviendas, muebles, automóviles…). Por ejemplo, en el año posterior al premio aumenta en cerca de un 5% el número de coches vendidos en la provincia.
El aumento del consumo es obvio por parte de los agraciados, y eso es estupendo para la economía. No solo aumenta el consumo de bienes duraderos, sino también el de no duraderos y todo tipo de servicios, algo muy importante en nuestra estructura económica. Se alimenta así una cadena que va desde el comercial o el establecimiento que hace la venta hasta el transportista y el fabricante, y que pasa por proveedores, instaladores, técnicos de mantenimiento, etcétera, animando la actividad en general.
Pero además, no debemos olvidar que un porcentaje de los premiados va a invertir una parte del dinero obtenido en poner en marcha su propio negocio, o en ampliar, mejorar, o simplemente consolidar el que ya tenía. Seguro que ayer más de un emprendedor consiguió gracias a la lotería la financiación que hasta ahora le estaban negando los bancos, los cuales, por otra parte, salen también beneficiados al captar nuevos depósitos. Esperemos que las entidades financieras sepan usar adecuadamente estos nuevos fondos y relajen las condiciones que exigen para facilitar crédito y financiación a las pymes y autónomos.
El “Gordo” es bueno, muy bueno, para la economía. Y es estupendo para levantar el estado de ánimo, tan alicaído en los últimos tiempos. Ayer todos estábamos más contentos, porque la alegría es contagiosa. Y eso es bueno para la vida en general, y por tanto también para la economía, pues hace que la gente tenga menos miedo ante el futuro y se genere una confianza que impulsa el consumo y dinamiza la actividad.
La Cámara de Comercio e Industria de la provincia de Huesca se congratula de esta gran suerte que nos ha tocado a todos, anuncio de una Navidad más feliz para muchos, y esperemos que preludio de una próxima recuperación de nuestra economía.
Manuel Rodríguez Chesa
Presidente
Cámara de Comercio e Industria de la provincia de Huesca