La sede de la comarca de La Litera, en Binéfar acogió el pasado jueves una reunión de los máximos responsables de las Cámaras de Comercio de Huesca y de Lérida, así como autoridades locales, comarcales y representantes empresariales, con el objetivo de coordinar actuaciones en materias de interés común para ambas provincias.
La iniciativa, propuesta por el Consejero comarcal de Desarrollo junto con la Asociación de Empresarios de La Litera, surge con la finalidad de establecer cauces fluidos y constantes entre ambas provincias que, por su proximidad y características, tienen intereses comunes, y no limitarse a contactos puntuales, como ha ocurrido hasta la fecha, en su mayoría para resolver problemas sobre hechos ya consumados.
Las líneas de trabajo planteadas inicialmente se dividieron en tres grupos básicos: infraestructuras, relaciones empresariales y defensa del interés común (como pueden ser los servicios sanitarios o educativos).
Todos los asistentes coincidieron en señalar que, aunque algunos de estos asuntos inciden más directamente en las comarcas colindantes, son de vital importancia para el conjunto de ambas provincias, por lo que se acordó que la primera acción va a ser trasladar esta inquietud al resto de instituciones y colectivos directamente implicados para que se sumen a la iniciativa.
Como apuntó de ejemplo Joan Simó, presidente de la Cámara de Lérida y de la Confederación de empresarios leridanos, “el eje de la autovía subpirenaica ( Cantábrico-Mediterráneo), que discurre desde San Sebastián en el Cantábrico hasta Tarragona en el Mediterráneo, tiene un notorio valor estratégico para ambas provincias, al igual que la mejora de las comunicaciones por carretera con el sur de Francia”.
Por su parte Manuel Rodríguez Chesa, presidente de la Cámara oscense, planteó que los técnicos presentes iniciasen ya los contactos necesarios para que “a principios del próximo año se pueda realizar una reunión de trabajo, con un orden del día concreto, y la máxima implicación del resto de instituciones y colectivos”. Proponiendo que “salvo que sobreviniese algún hecho excepcional, las reuniones periódicas fijadas en el calendario se fuesen alternando entre ambas provincias”.