Las Cámaras de Comercio e Industria aragonesas recuerdan que la logística
y la competitividad de la comunidad depende de sus conexiones
Si Aragón no dispone de unas infraestructuras de transporte acordes con el siglo XXI, la competitividad de sus empresas, la accesibilidad, la intermodalidad y la vertebración territorial supondrán un lastre en un próximo futuro. Así lo ha expresado el tejido empresarial de la comunidad en la última reunión de 2016 de la Comisión de Logística, Transporte e Infraestructuras del Consejo Aragonés de Cámaras de Comercio e Industria, que demanda un impulso inversor muy importante en las conexiones por carretera y ferrocarril.
El tejido empresarial constata que la logística ya constituye uno de los sectores más dinámicos de la economía de Aragón, gracias tanto al desarrollo de plataformas de primer nivel como a la existencia de compañías líderes, además de contar con uno de los congresos en la materia más importantes a escala mundial, con una feria dedicada a la actividad, con la colaboración en conocimiento con el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y con la presencia de la Academia Logística del Ejército de Tierra en Calatayud. Sin embargo, recuerdan las Cámaras aragonesas, la logística y la competitividad empresarial requieren de infraestructuras de transporte como uno de los ejes fundamentales e imprescindibles de su actividad.
Aragón cuenta con su conocida posición geográfica excelente, en el centro del 70% del producto interior bruto (PIB) de España, pero que es necesario valorizar con infraestructuras de transporte que permitan llegar a cualquier sitio lo más rápido posible. Hoy ya no se mide en unidades de longitud, sino de tiempo, señala la Comisión de Logística de las Cámara.
Las infraestructuras de transporte de Aragón se han quedado en el siglo XX, por lo que es necesario ese impulso inversor. Aragón es una comunidad fronteriza, pero sus conexiones por carretera y ferrocarril precisan una gran mejora. Proyectos como la reapertura de la línea Zaragoza-Canfranc-Pau o la Travesía Central de los Pirineos siguen sin ver un horizonte temporal claro, concreto y preciso, añaden las empresas.
Autovías sin finalizar
Y más: existen autovías que siguen sin finalizarse, como la Mudéjar A-23, la del Pirineo A-21, la A-22 Huesca-Lérida y la Daroca-Calatayud-Soria. También está pendiente la comunicación entre Madrid y Teruel, sin olvidar que deben solucionarse los problemas de la N-II y N-232, carreteras con un gran volumen de tráfico y una elevada siniestralidad.
Las conexiones ferroviarias también tienen un déficit significativo. A la conexión internacional con Francia se une la necesidad de invertir en el corredor Cantábrico-Mediterráneo o en la implantación del ancho europeo en las vías aragonesas.
En esta línea, las Cámaras de Comercio considera necesarias las propuestas presupuestarias que el Gobierno de Aragón ha negociado con Renfe, si bien recuerda que algunas se encontrarían resueltas si la comunidad tuviera unas mejores infraestructuras ferroviarias que permitieran optimizar y mejorar los servicios actuales.