Las pymes son cada vez más conscientes de la importancia de proteger sus marcas para frenar prácticas desleales de la competencia
Un total de 22 empresas altoaragonesas han utilizado desde enero de 2012 hasta ahora el asesoramiento de la Cámara de Comercio de Huesca para registrar su marca o nombre comercial y proteger así sus derechos, impidiendo impedir a otros su uso. Empresas de diferente perfil (autónomos, pymes, sociedades civiles…) recurren a la ayuda del servicio que ofrece la Cámara, sobre todo cuando quieren dar el paso de ofrecer sus productos en internet, cuando cuentan con clientes en diferentes puntos de España, o cuando perciben la importancia de registrar la marca para diferenciarse de la competencia.
El procedimiento a seguir por parte de la empresa interesada en defender su marca es bastante sencillo. En un primer momento, los técnicos de la Cámara asesoran a la empresa sobre las diversas posibilidades que existen a la hora de registrar una marca o nombre comercial, así como de las ventajas que lleva consigo. A continuación, la pyme facilita la documentación que se necesita para cumplir los requisitos que exige la Oficina Española de Patentes y Marcas.
La marca y el nombre comercial son signos distintivos que se protegen mediante títulos otorgados por el Estado, y que confieren a su titular el derecho exclusivo de utilizarlos en el tráfico económico, e impedir a otros la utilización en España de los signos distintivos protegidos. El registro de una marca otorga a la empresa el derecho exclusivo a impedir que terceros comercialicen productos idénticos o similares con la misma marca o utilizando una marca tan similar que pueda crear confusión.
La marca permite diferenciar los productos o servicios de una empresa de los de las demás y puede consistir en palabras, letras, números, dibujos, fotos, formas, colores, logotipos, etiquetas, o combinación de estos elementos. Las marcas desempeñan un papel primordial en las estrategias de desarrollo y comercialización, y contribuyen a proyectar la imagen y la reputación de los productos de la empresa.
Por tanto, constituye un valioso activo comercial para las empresas y constituyen un medio eficaz de canalización y fidelización de su clientela. Si bien la mayoría de las empresas comprende el interés que reviste el uso de las marcas para diferenciar sus productos de los de sus competidores, no todas son conscientes de lo importante que es protegerlas a través del registro.