El mercado de trabajo español continuó en el tercer trimestre de del año con el dinamismo de trimestres precedentes, reflejado en el notable avance en el número de ocupados, tanto asalariados como trabajadores por cuenta propia, y en el descenso de la cifra de parados, en un contexto de incremento de la población y del número de activos. Así lo revela la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística.
Más concretamente, la economía española ha logrado trasladar el crecimiento económico al mercado laboral, con un ritmo de creación de empleo en los últimos 12 meses del 2,8%, tasa ligeramente inferior al avance del PIB en el periodo. Esta evolución ha permitido que 521.700 personas consigan un puesto de trabajo, superando el número de ocupados el umbral de los 19 millones, cifra no alcanzada desde finales del año 2009.
Este patrón es común a todos los sectores de actividad, tanto de ámbito público como privado. En esta positiva trayectoria es asimismo de destacar el especial protagonismo de los empleadores, con un aumento interanual del 5,6%, frente al incremento experimentado por el grupo de asalariados, del orden del 3,3% en el mismo periodo.
Por su parte, el colectivo de desempleados se ha reducido en 589.100 personas desde el tercer trimestre del año anterior, un significativo descenso del 13,6% que ha permitido situar el número de parados en 3,7 millones y la tasa de paro en el 16,4%, niveles equiparables a los alcanzados a comienzos de 2009. En este sentido, también destaca la progresiva reducción del desempleo juvenil (menores de 25 años), cuya tasa de paro en el tercer trimestre ha sido del 36,0%, seis puntos inferiores a la alcanzada en el mismo periodo de 2016.
Previsiones de la Cámara de España
La Cámara de Comercio de España prevé el mantenimiento del dinamismo del mercado laboral en el último cuarto del año 2017, con un avance interanual en el número de ocupados (medidos en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo) del 2,8%, lo que se traduciría en la creación de más de 200.000 nuevos puestos de trabajo en el trimestre. Esta evolución respondería a la continuación de la expansión de la actividad económica agregada, con un crecimiento estimado del PIB español para el conjunto del ejercicio 2017 situado alrededor del 3,0%.
Asimismo, en este escenario la tasa de paro consolidaría su actual trayectoria descendente, hasta situarse a finales del presente año en el entorno del 15% de la población activa, según la previsión de la Cámara de España.
No obstante, el mercado laboral español aún debe proseguir su recuperación, revirtiendo la actual dinámica de reducción del número de personas activas (caída interanual del 0,3%) y el incremento sostenido de los inactivos (crecimiento interanual del 1,2%), entre otros aspectos. Además, nuestra tasa de desempleo aún sigue duplicando al promedio de la zona euro y triplica a la registrada en los países avanzados de la OCDE.
Por ello, la mejora y estímulo del contexto laboral debe seguir figurando entre las prioridades de la política económica. La confirmación de estas favorables previsiones se supedita a la evolución de ciertas incertidumbres políticas y económicas que es necesario resolver cuanto antes. En particular, la normalización de la situación en Cataluña, la disposición de unos nuevos presupuestos generales del Estado en tiempo y forma, la continuación del proceso de consolidación fiscal, o los consensos necesarios para la aplicación de determinadas reformas estructurales que doten de mayor eficiencia y competitividad a la economía española.
En este contexto, y en el ámbito concreto del mercado laboral, cabe profundizar en la corrección de las principales deficiencias constatadas en su funcionamiento, con especial atención al incremento de la productividad, la mejora de la calidad del empleo, el aumento de la tasa de actividad o el incremento de las garantías para los colectivos en evidente riesgo de exclusión.